Historia
A lo largo de la Historia, los Santos Niños Justo y Pastor han contado en Alcalá de Henares con distintas entidades surgidas para honrar su memoria. La primera fue una cofradía creada el 14 de agosto de 1561, cuyo principal fin era cuidar de los pobres de la cárcel, siendo sus fundadores 25 caballeros, la mayor parte de ellos pertenecientes a la nobleza, conocidos por su brillante posición o por sus actos piadosos y caritativos.
Esta cofradía se fundó siete años antes de la Reversión de las Reliquias desde Huesca, el gran acontecimiento que tuvo lugar el 7 de marzo de 1568. Ambrosio de Morales, cronista de Felipe II, cuenta que en “todo este tiempo su cofradía les dijo cada día solemnísimas completas con todo género de música de voces y menestriles, asistiendo los cofrades con velas encendidas, las cuales también se daban a los clérigos, que fue una cosa de mucho concurso, devoción y en todo este tiempo sucedieron algunos milagros muy principales”.
Con el paso de los años la cofradía de los Santos Niños entró en franco declive. En 1770, respondiendo a una encuesta general del Conde de Aranda, se señala que contaba con reducida actividad y pocos recursos. En agosto de 1865 volvió a ser refundada y reorganizada, pero se conserva muy poca información al respecto. En 1902 sólo tenía quince miembros, dos de los cuales eran viudas. No se menciona cuál era la sede, pero es muy probablemente que fuera la actual Catedral-Magistral.
El carácter de esta hermandad era religioso y benéfico, y sus principales fines eran “dar culto a los Santos Mártires, patronos de esta ciudad y socorrer con una ayuda en metálico al entierro de los hermanos o sus esposas”. Esta cofradía se extinguió, o al menos mermó su actividad notablemente.
Sin embargo, la primera Asociación de los Santos Niños –y que recibió tal nombre– fue constituida formalmente en agosto de 1924, siendo arzobispo de Madrid-Alcalá D. Leopoldo Eijo Garay. A esta asociación podían pertenecer, como miembros numerarios, solamente los niños de Alcalá desde su bautizo hasta que cumplieran los quince años. Los varones mayores de esa edad podían participar como “protectores”. La dirección inmediata recayó sobre el canónigo D. José Utrera. Los primeros niños en pertenecer a la recién creada Asociación fueron: Miguel y Ramón Gaviña-Yárritu Múgica, Luis, Asensio y Bernardo Esteban Múgica, Donato Loeches Regel, Julián Ávila Vadillo, José García de Paz, Estanislao Loeches Giménez y Mariano Gómez García.
Reproducimos a continuación un entrañable fragmento de 1929 del Resumen anotado y brevísimo del Martirio glorioso de los Santos Niños Hermanos Justo y Pastor, titulares de la insigne Iglesia Magistral, y Patronos de la Ciudad de Alcalá de Henares, cuna de su vida y sepulcro de su inmortalidad. Con una expresión y vocabulario propios de la época, el autor firma bajo el pseudónimo Cruz de Cruce:
“Todo en las dichas fiestas es atrayente y simpático. El enjambre de chiquillos comulgantes, que parecen abejas en torno al Panal de Miel. La unción de la palabra de los predicadores desatada en alabanzas del Señor, “que es admirable en sus Santos”. Los himnos triunfales de los coros de músicos. El rumor de las plegarias de la muchedumbre devota. Y en su Tabernáculo patente las Formas Sacratísimas presidiendo la gloria de sus Niños angelicales. Y luego las Imagencitas paseadas por las calles de su pueblo sobre las cabecitas de la inquieta y clamorosa chiquillería, y las preciosas veladitas teatrales, y la verbena con su cine al aire y sus churros calentitos y su alegría retozona… ¡Qué sé yo cuanto más…!
Pero nada tan emocionante, por lo evocador y lo trascendente, como la corona de flores que ponen todos los años los niños de Alcalá, en desfile de honor con las autoridades a la cabeza sobre la piedra del martirio de sus inmortales y gloriosos amiguitos en la Cripta de su Iglesia Magistral.
Esa corona, por serlo y por las flores que la forman y por las manos que la ofrendan y por los testigos que lo ven y lo autorizan y lo acompañan es la expresión feliz del Campo Laudable, que sigue propicio a la sementera de la Fe y produce vidas para entregárselas en amor al Evangelio del Divino Maestro”.
Desaparecida en la Guerra Civil, la Asociación continuó tras el conflicto durante algunos años. Pero su actividad era casi testimonial y más debido al empeño de los hermanos Múgica Esteban y al incansable sacerdote D. Manuel Palero Rodríguez-Salinas. En el año 2000 un grupo de jóvenes alcalaínos intentó rehabilitarla de nuevo, para volver a extinguirse en 2004, un año antes del inicio del Año Jubilar de los 1.700 años del martirio.
Finalmente, después de una historia particular tan plagada de altibajos, el Sr. Obispo de Alcalá de Henares, Mons. Juan Antonio Reig Pla, erigió solemnemente la actual Asociación Diocesana Religioso-Cultural de los Santos Niños Justo y Pastor en la Solemnidad del 6 de agosto de 2014 en la Catedral-Magistral.